LOS SUEÑOS Y LA NOVELA ROMÁNTICA
En 23 noviembre, 2017 | 0 Comentarios

Según la agencia española de ISBN,  las novelas románticas son las más editadas y de sobra es conocido que generan millones de ventas en el sector editorial, a pesar de los prejuicios a los que se enfrentan. Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre este género de novela.

Tiene sus detractores pero también sus apasionadas seguidoras. Sabemos que estas son mayoritariamente mujeres, de 15 a 60 años, de clase media alta y con formación académica. Ellas hacen que la novela romántica tenga su hueco en el mercado. Pero ¿por qué?

Lo cierto es que a lo largo de los últimos años, las tramas de estas novelas han cambiado. Han mejorado, ya no hay cabos sueltos ni efectos «deus ex machina» con el que acababan ciertas novelas antes, provocando que los finales fueran apresurados y decepcionantes.

Las lectoras, ahora más exigentes que nunca, piden (pedimos) historias complejas, personajes con aristas y tramas redondeadas. Todos los subgéneros dentro de la romántica se han vuelto exigentes consigo mismos, ya que debido a la proliferación de novelas, a la importación masiva de obras norteamericanas (donde el género alcanza un 17% de cuota de mercado) destacar se hace difícil.

Las portadas actuales de las novelas románticas españolas son elaboradas, divertidas y están al día en cuestión de diseño, tomando influencias variopintas para llamar la atención de las posibles lectoras. Pero sobre todo, los personajes ya no son damiselas en apuros o mujeres emocionalmente dependientes. Las protagonistas, sin importar la época o el lugar de procedencia, son fuertes, decididas y valientes y llevan las riendas de su destino.

Por ello, muchas lectoras se sienten identificadas y esto hace que el género prospere. Podemos decir que se ha adaptado y ha evolucionado. Eso sí, sin renunciar a su ADN.

Las novelas románticas venden sueños. Ofrecen grandes historias de amor en las que los obstáculos se vencen al final.

En una sociedad cruel y solitaria como en la que vivimos, creo que es muy importante que las autoras de romántica sigan vendiendo sueños. Para mi, la novela romántica ofrece un consuelo cuando llegas a casa después de un largo día, que puede haber sido más o menos difícil, pero cuando tomas una novela entre las manos y te sumerges en su historia, y vuelves a enamorarte con y de sus protagonistas, ríes, bailas o lloras con ellos, el efecto es similar al abrazo de alguien querido.

Las novelas románticas son reconfortantes. Sus historias y sus personajes son distintas versiones de nosotros mismos. A veces, resultan cómicas e hilarantes pero siempre con ese toque romántico que nos llega al corazón; otras veces, las historias son trágicas y nos hacen plantearnos qué haríamos en esa situación. Y tampoco hemos de olvidar que en ocasiones son simplemente historias corrientes que podrían pasarnos a nosotros mismos o que desearíamos que nos sucediesen.

Por eso creo que cada novela es un sueño atrapado entre las páginas esperando a ser vivido. Solo tenemos que abrir un libro.

 

Natalia Sánchez Diana

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